jueves, 10 de noviembre de 2011

Capitulo 80 ¿Ayuda?

Capitulo 80 ¿Ayuda?

-¡Oh!, ¿Dónde están mis modales? Mi nombre es Mandoliel –dijo el hombre que había aparecido frente a Kaiba.

-¿Mandoliel? Ese nombre…me suena –pensaba Kaiba –Además…esos ojos, sin duda son de demonio –finalizo al ver sus ojos negros de pupilas blancas.

-Efectivamente…soy un demonio, pero dejemos las charlas para después, con el que debo charlar es con el verdadero dueño de ese cuerpo –dijo Mandoliel.

-¿¡Que!? ¿Acaso ha leído mi mente…? –Se asustó Kaiba – ¡Eres algo raro! –dijo.

-¡Hmph!

La apariencia de Mandoliel era muy sencilla, el cabello largo lo suficiente para tener una cola de caballo descuidada y caída bajándole por la espalda, tenia una cara de muchas “amigas” y una pequeña y ligera barba en el mentón. Su estatura era de 1.65 por lo que no era tan alto, sus ojos eran de color negros y mas al tratarse de sus ojos de demonio, llevaba puesto un smokin negro haciendo lucir un poco elegante, pero sus ropas estaban sucias y arrugadas parecía ser alguien que acababa de ser despedido de su trabajo, aun asi no tenia tan mal apariencia. Su sonrisa parecía ser tan sarcástica y llena de mentiras…

Kaiba se cansó de tanta charla y apresuro al ataque, invocando la guadaña de sombras, se dirigió de un salto hacia donde estaba Mandoliel y ya estando a centímetros de el lanzo varios ataques con su guadaña, respondiendo al ataque, Mandoliel se puso en defensa con su katana que aun seguía guardada en su funda, y con eso se defendió de los ataques de Kaiba, quien arremetía violentamente cada golpe de su guadaña con una fuerza llena de ira y desesperación por la huida.

Después de tantos ataques continuos Kaiba retrocedió sabiendo que simplemente estaba agotando energías con tan precipitados ataques…tenia que idear algún plan para huir o asesinarlo en el intento, pero para eso tenia que estudiarlo mas. Notaba que no había sacado su katana en ningún instante, incluso se defendió con la katana en su funda, algo que hacia resaltar confianza y habilidad…o quizás simplemente guardaba algo valioso.

-¿Acaso eso ha sido todo? ¡El gran Kaiba, El Rey de la Locura! ¡¡Y solo unos ataques tontos e inútiles ataques fueron dignos de el!! –exclamó Mandoliel.

-¡No te burles! Solo fue calentamiento…

-¡Ambos sabemos que eso no fue un calentamiento! Aunque ciertamente…estoy ganando el tiempo necesario.

Mandoliel volteo su mirada a su espalda y detuvo a Kaiba que estuvo a punto de cruzar la línea que había formado en la tierra, se dio cuenta que no era mas que un clon de akumas y movió su katana que aun seguía guardada en su funda haciendo que la tierra se levantase formando un muro que bloqueo por un instante al verdadero Kaiba. Al instante Mandoliel pasó a la ofensiva y le propinó una patada a su enemigo, tomo su katana y le golpeó con la culata de esta en el mentón, después en la boca del estomago haciéndolo escupir saliva, y por ultimo le golpeó con otra patada lanzándolo lejos de la línea “limite”.

-Este tipo… ¿Qué rayos quiere? –pensaba Kaiba mientras se levantaba y lavaba la saliva de su boca.

-¿Qué tal van esos ojos? ¿Han evolucionado ya? –le dijo Mandoliel mientras caminaba nuevamente donde se encontraba al principio.

-Siguen doliendo mucho… ¿y a ti en que te concierne?

-Hump…esto se torna cada vez más interesante –dijo suavemente Mandoliel con sus ojos cerrados y su sonrisa.

-¡¡No me subestimes maldito!! ¡¡Ahora si iré en serio!! –gritó Kaiba con rabia.

Los brazos en la espalda de Kaiba volvieron a surgir, Mandoliel solo analizaba en próximo movimiento y tomaba fuertemente su katana. Kaiba corrió tan rápido que Mandoliel apenas pudo notar que ya se encontraba a su lado pero fue justo a tiempo, golpeo con su katana guardada en la mejilla derecha pero Kaiba le devolvió el ataque con un gran puñetazo de su brazo espectral negro. Mandoliel fue lanzado quince metros de largo del golpe tan fuerte que le propinó Kaiba pero se incorporó rápidamente y clavó su katana (aun guardada) en el suelo, de repente la tierra empezó a brillar y a destrozarse infligiéndole la duda a Kaiba de cruzar la línea, por lo que se detuvo en seco…inmediatamente Mandoliel de un salto llegó donde Kaiba y le volvió a golpear alejándolo otros diez metros.

-¡¡Mierda!! ¡Este tipo no es tan fácil! –pensaba Kaiba cada vez mas nervioso.

Apenas lograba incorporarse de nuevo cuando una patada por atrás de la nuca lo volvió a tirar contra el suelo. Esta vez trataba de Haruka, seguida de Raiton y Kyousuke que al fin lograron alcanzarlo gracias a la ayuda de un desconocido. Se volvieron a colocar en posición para rodearlo y vieron a Mandoliel que parecía un gran guardián.

-¿Quién eres tu? –preguntó Kyousuke de inmediato.

-Un simple aliado que vino en ayuda de sus nuevos amigos –respondió Mandoliel.

-¿Otro de tus raros amigos Raiton? –le dijo Haruka a Raiton.

-¡Cállate! ¡Humana de pacotilla! –respondió furioso Raiton.

-¡Tu también eres un humano, imbecil!

-A la hora que se ponen a pelear ustedes dos…parecen niños de cinco años –dijo Kyousuke acostumbrado a las infantiles y diarias peleas entre Haruka y Raiton.

-¿Niños? ¡¡Pero el empezó!!

-¿Niños? ¡¡Pero ella empezó!!

-Te compadezco hermano –dijo Kaiba cansado de los gritos.

-A veces me pregunto porque la vida me castiga asi…Retornando al tema, la ayuda es bienvenida, gracias por detener a este loco –le dijo Kyousuke a Mandoliel aliviado de no tener que seguir persiguiéndolo – ¡Haruka! ¡El análisis!

-Ya lo tengo, es fácil, fue un exorcismo inverso…el tipo que haya “liberado” a este demonio simplemente manipuló el sello de tal manera que los papeles hayan cambiado y el demonio tomara posesión del cuerpo, simplemente se necesita una renovación de sellos –explicó Haruka.

-Bien, ¿Y que necesitas?

-Ayuda del demonio, asi que tendremos que obligarlo…

-Me parece bien por mi, tenia pensado hacer eso desde un principio.

-¿Cuatro contra uno? ¿No creen que es un poco…injusto? –se quejó Kaiba.

Al decir esto Kaiba se lleno de un aura de llamas negras que alejó a aquellos que le rodeaban, sus brazos óseos se llenaban de estas llamas y su mirada se volvió serena y a la vez llena de locura…una expresión genial para cualquier persona pero peligrosa para aquellos que se encontraban presentes.

-Empecemos…

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