martes, 1 de noviembre de 2011

Capitulo 60 ¡Genial! ¡Armas!

Capitulo 60 ¡Genial! ¡Armas!

-¿Estas hablando en serio?... ¿esto lo hizo…un simple demonio?

Haruka estaba totalmente sorprendida, no podía creer lo que tenia frente a sus ojos. Una montaña hecha añicos, incluso un pedazo de la capilla volaba todavía, todo el bosque estaba hecho cenizas y la tierra había sido desprendida violentamente que al caer, dejaron un gran desastre, era una escena horrible de lo que una vez fue un bello paisaje.

-Los demonios en nuestras formas humanas podemos parecer débiles, pero muchos tienen un gran poder oculto dentro de si…, respondió Kyousuke.

-En realidad que fue una gran batalla, me hubiera gustado verla, decía Raiton mientras seguía observando su alrededor.

-¿A que si? Imagino que debió ser una gran y épica batalla, dijo Kyousuke.

-¿Y quien resulto ganador?, pregunto Haruka.

-No lo se aun…

-¿Cómo estas tan seguro que fue su amigo el que gano?

-…Lo se…porque…

-¿Por qué…

-Simplemente lo se.

Haruka noto un poco sospechosa la actitud de Kyousuke al responder, sintió que ocultaba algo y que de cierta forma mentía…y estaba dispuesta a averiguarlo.

-De todas formas…necesitamos su localización ahora, los detalles los podemos dejar para después, dijo Raiton.

-Tienes razón…analicemos, dijo Haruka apoyando la idea de Raiton.

-No pudo retroceder, si tuvo una batalla tan inmensa no hubiera tenido energías suficientes para poder escalar lo que quedaba de ese risco…, comenzó a analizar Kyousuke.

-Cierto.

-Por esa dirección, dijo Kyousuke apuntando al sureste, -se encuentra el gran he inmenso mar…Por esta otra dirección, Kyousuke movió su brazo señalando al sur, -se encuentra un pequeño pueblo…y por esta otra dirección hay mas bosque, dijo Kyousuke señalando al suroeste.

-Si fueras un demonio desquiciado y estas gravemente herido de una gran batalla… ¿A dónde te dirigirías?, dijo Haruka pensando.

-No tiene sentido ir al mar…es dirigirse a un callejón sin salida, dijo Kyousuke.

-El pueblo no le ayudaría en lo absoluto, sus dos brazos no le deja ocultar su naturaleza, obviamente no le ayudaran, dijo Raiton complementando la idea.

-Asi que solo queda otro camino…

El bosque mas adelante era igual de denso, la flora y fauna abundaban y parecía un buen lugar para ser un fugitivo, después de una larga conversación y análisis, el equipo de los dos demonios y la exorcista partieron hacia el gran bosque, sin estar seguros aun, de a donde se dirigían.

-¿Ya falta poco?, dijo jadeante Yui.

-Solo un poco más…, respondió Tonnosuke.

-¡Maldita sea! Hemos caminado por horas, se quejo Miory.

-La paciencia es una virtud, volvió a decir Tonnosuke.

-Quizás la paciencia lo sea, pero mis energías no lo son, respondió Miory.

-¿Trajiste las galletas?, pregunto Tonnosuke.

-¿Qué demonios? ¡Claro que no!, grito Miory.

-¿Acaso solo piensas en galletas? En serio tienes un grave problema, dijo Yui.

-No tengo la culpa que sean tan deliciosas…de todas formas ya llegamos.

Tonnosuke movió una planta que estorbaba a la vista. Ambas hermanas pudieron contemplar un lindo paisaje, al lado derecho estaba la costa de la playa y al izquierdo un rio que desembocaba (obviamente) al mar. Junto al rio había grandes cantidades de flores y plantas, de todos los tamaños y colores, con gran variedad…parecía más bien un lugar vacacional.

-¡Que lugar tan bello!, exclamo Yui ilusionada.

-Ciertamente lo es, dijo Miory.

-No hay tiempo para descansos, vengan les daré sus nuevas armas, dijo Tonnosuke ignorando el bello lugar.

-Estamos agotadas, danos un respiro por amor a dios, dijo Miory cansada de la tranquilidad y falta de sensibilidad de su nuevo “maestro”.

-¿Acaso no quieres salvar a tu amigo? Te repetiré que no hay tiempo que perder.

Miory tuvo que aceptar difícilmente las palabras de Tonnosuke, obedeciendo se acerco junto a su hermana mientras que Tonnosuke buscaba algo en una de sus mochilas, a pesar de que su mochila no era tan grande, saco un largo objeto y seguido saco otros tres pequeños objetos, todos estaban envueltos en una funda de tela por lo que no se sabia con exactitud que era.

-Para que no me canse…aquí están tus armas Miory.

Miory tomo las armas nuevas y removió la funda de tela, quedo totalmente sorprendida y su mirada se le ilumino, como un buscador de oro había encontrado su tesoro, asi era la expresión de Miory al ver sus nuevas armas. Una pistola de bello diseño, todo apuntaba a que era una simple arma de 9mm pero no tenia cargador alguno. Todo lo que tenia era un diamante, similar a un jade o una joya. Removió las otras fundas y se vio con algo extraño, unas dagas al parecer, de extravagante diseño y no eran muy extensas, de gran filo y también tenían una joya en su empuñadura.

-¡¡Genial!! exclamo Miory.

-Aquí tienes Yui, dijo Tonnosuke entregándole su arma.

Yui removió rápidamente la funda de tela sobre su única arma. Igual que su hermana, quedo totalmente sorprendida de su arma; Una katana de lindo y delgado diseño, era bastante extensa y parecía tener bastante filo, su empuñadura era completamente negra con una joya, igual a las armas de Miory, en la parte de debajo de su empuñadura. Yui la tomo e hizo varios movimientos rápidos con ella, sonó un fino sonido al ondular su espada en el aire, dejando completamente anonadada a Yui. Ambas hermanas se encontraban felices, como los niños con sus regalos de navidad.

-¡Gracias Tonnosuke!, dijeron las hermanas en unísono.

-De nada chicas…sabía que les iba a gustar.

Una simple habitación iluminada con una pequeña ventana, la luz era prácticamente nula, y en toda esa oscuridad se notaban varios ojos…simplemente una parte blanca, ojos de demonios, contándolos eran seis monstruos en total.

-Hora de movilizarnos señores…la función ha de comenzar, según lo planeado.

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