martes, 1 de noviembre de 2011

Capitulo 64 Lucha de titanes.

Capitulo 64 Lucha de titanes.

-Antes de comenzar, debo hacer algo muy importante –interrumpió Tonnosuke.

Busco en los bolsillos de su espalda y después de varios segundos lo encontró, parecía ser una bolsa pequeña donde cargaba algo peculiar, y en su exterior se podía leer “Galletas”. Tonnosuke abrió el paquete y tomó una galleta. Al masticar, Izaya comenzaba a verlo totalmente furioso, para el fue una broma de mal gusto y no pensaba perdonárselo.

-Es un estupido –dijo Miory.
-¿En serio este es el tercer heredero? –dijo Lizza.
-Ahora si, podemos dar comienzo –dijo Tonnosuke sin soltar la bolsa de galletas de su mano.

El mar comenzó a ponerse turbulento, se movía violentamente. Cinco grandes dragones, dos de agua, dos de rocas y uno de aire; se lanzaron contra Tonnosuke que lanzo una galleta al aire. Dando varias piruetas, esquivo todos los dragones y en el aire se comió la galleta que había lanzado. Provoco un chasquido que hizo al mar levantarse por completo. Haciendo parecer lo que quedaba en un muy pequeño lago. El agua salada volaba por los aires dejando impresionados a todos los observadores. Era un gran espectáculo, poder ver el agua del mar volar, mientras dos guerreros luchan…

Tonnosuke movía su espada (que apareció de la nada) rápidamente contra el cuerpo de Izaya, el cual solo se movía hacia atrás, el mar estaba casi en sus cabezas cuando volvió a subir. Los chasquidos de Tonnosuke volvieron a sonar, mientras el lado derecho del rostro de Izaya sufrió de un corte ligero, nada de lo que preocuparse. Los cinco dragones volvieron a atacar al mismo tiempo, golpearon por completo a Tonnosuke, pero en defensa, hizo explotar a todos al mismo tiempo de manera que provoco una gran explosion de gran magnitud.

Yui y Miory no podían seguir la batalla con sus ojos, los movimientos eran extremadamente rápidos, ningún ojo humano podría ver la batalla con claridad. Por otra parte, los subordinados de Izaya: Lizza y Toko, veían la batalla, a duras penas…Tonnosuke seguía sin soltar el paquete de galletas, por más curioso que parecía ninguna galleta caía…simplemente seguían en la mano de Tonnosuke, intactas hasta el momento en que llegan a su boca.

Izaya seguía invocando dragones elementales, no movía ni un solo dedo, con la mirada los dirigía, los únicos momentos en que su cuerpo se movía eran aquellos en que Tonnosuke atacaba de cerca. Movió un poco sus dedos y provocó que el agua siguiera en el aire…y después comenzó a dirigirse contra Tonnosuke.

-¡¡Mojarás mi cabello!! ¡¿Sabes lo difícil que es mantenerlo de este largo?! –gritaba Tonnosuke cayendo en tierra firme.

Izaya aterrizó segundos después, frente a Tonnosuke. Se abalanzo contra el intentando asestar varios golpes, los cuales solo acertó tres. Tonnosuke respondió de la misma manera, haciendo un intercambio de golpes espléndido. Los golpes de ambos parecían ser tan fuertes, que cada choque provocaba un estruendo y un tipo de energía azul, que brillaba en cada golpe.

-No solo tu tienes dragoncitos –dijo Tonnosuke alejándose –Katon no dragón.

De la espalda de Tonnosuke comenzó a formarse un dragón gigante, nunca antes visto. Era inmenso, de quince metros, este tenia su cuerpo entero y parecía tener una especie de armadura, también contenía una espada y un escudo. Totalmente musculoso, pegó un gran rugido al cielo, demostrando la fuerza del coloso, y después tomó sus armas fuertemente, listo para las órdenes de su invocador.

-Esto es increíble…semejante monstruo… –dijo Miory perpleja.
-Tonnosuke el de las manos silenciosas…es un demonio al que temo –dijo Lizza con gran pavor.
-Veo que has podido llevar a tu dragón elemental a su máximo poder –dijo Izaya mirando al coloso con su característica mirada fría.
-No me subestimes.

La bestia lanzo una bola de magma contra Izaya, pero el lo esquivo corriendo hacia el mar. Tonnosuke lo siguió, ejerciendo presión sobre su contrincante. Los golpes volvieron a intercambiarse mientras ambos se encontraban en movimiento, el dragón ataco con su espada a los insignificantes dragones de Izaya, partiéndolos en pedazos. Izaya y Tonnosuke estaban en medio del mar nuevamente, el agua turbulenta les dificultaba el panorama y los espectadores apenas podían ver lo que sucedía a lo lejos, lo único que miraban con claridad era el gran dragón de Tonnosuke.

Del agua del mar, otro gran dragón comenzó a formarse, teniendo el mismo aspecto al dragón de Tonnosuke…simplemente que en vez de fuego, era de agua. Ambas bestias se enfrentaron de inmediato, destruyendo todo a su entorno, igualmente, Izaya y Tonnosuke se encontraban en su lucha personal, completando un gran espectáculo.

“-Kyoumei” decía suvamente Izaya mientras la gran onda salía de su brazo, Tonnosuke lo contrarresto con uno de sus famosos chasquidos, haciéndose rutina. Tonnosuke miraba con una sonrisa a su enemigo, mientras Izaya seguía sin mover la expresión de su cara, tan fría, tan desolada…Era perturbante saber que había una cara que aparentaba tener calma total.

-Necesitaras mas que dragones para derrotarme –dijo Tonnosuke mientras jadeaba.
-Fíjate bien, esta batalla es mía –respondió Izaya.

Del agua restante, se formaban varios cuerpos totalmente inertes, hasta que comenzaron a tener la forma y apariencia de Izaya…clones de agua. “-¿Bromeas?”, pensaba Tonnosuke al contarlas a todas, en total eran dieciséis. Inmediatamente y en conjunto, todas las copias de Izaya atacaron a Tonnosuke provocándole varios golpes fuertes, que podrían dejar fuera de combate a cualquiera.

-No caeré en un truco tan estupido –dijo Izaya sin apartar la mirada del frente.

Tonnosuke apareció a sus espaldas, con la espada en sus manos, intentando provocarle una muerte instantánea.
-Lo se, te conozco bien –respondió Tonnosuke.

Aquel Tonnosuke que se encontraba en las espaldas de Izaya, comenzó a desvanecerse, pero antes golpeo a Izaya en un descuido de una milésima de segundo. Mandándolo al aire, Izaya controlo el agua de tal forma que se formara un gran pilar y el pudiera mantenerse de pie en ese lugar. Pero lo que nunca imagino fue la emboscada que había preparado Tonnosuke; apareció bajo sus pies, en aquel pilar de agua gigante, lo empujo hacia abajo tomándolo de los pies y le atravesó el corazón con su espada.

-Todo ha terminado…

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