martes, 1 de noviembre de 2011

Capitulo 67 El tercer heredero.

Capitulo 67 El tercer heredero.

Un niño se encontraba llorando junto al cadáver de su madre. Se encontraba totalmente mutilado, sus piernas habían sido destrozadas al igual que sus brazos. Todo su cuerpo se había teñido de rojo sangre, el piso estaba derramado igualmente…las personas que andaban en los alrededores se acercaban a ver que era lo que sucedía…

-Mama…mama…mama snif, snif, mama, respóndeme, por favor snif –sollozaba el pobre niño.

-Pobre niño, ¿y donde esta su padre? –rumoraba una mujer.

-No lo veo por acá, quizás no lo conoce –respondió otra.

-Otro niño huérfano…es una lastima.

-El mundo esta cada vez peor.

“Todos se quejan…y hablan sobre ello…pero nadie le gusta hacer algo para poder arreglarlo, solo miran. Dicen ser buenas personas y tener lastima pero no les da la gana hacer nada para mejorar la situación…malditos hipócritas….lo que ustedes merecen…es morir, tal como mi madre…morir….morir….morir….morir…morir…”

Todos los espectadores sintieron una sensación rara…sonó un chasquido proveniente del niño que se encontraba con los brazos abrazando sus rodillas. Todos volaron en pedazos, las piernas, brazos y cabezas volaban por los aires mientras dejaban sangre por todo el lugar. El niño bañaba su cuerpo en sangre de sus victimas, mientras seguía llorando por la perdida de su madre.

De todos los cuerpos destrozados, solo uno se logro mantener en pie, en vida totalmente…una bella mujer de ojos negros y pupilas blancas, con forma felina…cabello hasta los hombros y totalmente negro y liso, aparentaba tener 18 años y era en verdad muy bella.

-Al fin te encontré…mi precioso tercer heredero…Tonnosuke Miya –dijo la bella mujer.

-¿Eh? –el niño volteo su cabeza y miro la figura de la mujer parada frente a el, con total determinación.

La mujer se le acerco al niño y le toco la mejilla derecha, le limpio las lagrimas con los dedos y después lo abrazo; el niño estaba completamente perplejo, no sabia que hacer…pero de alguna manera no quería que esa mujer le soltara, y respondió al abrazo. Las lágrimas comenzaron a brotarle nuevamente mientras abrazaba a la extraña mujer y el recuerdo de su madre le golpeaba la memoria.

-Ya no llores mas…ahora estoy yo contigo –dijo la mujer suavemente en su oído.

El pequeño Tonnosuke miro a los ojos a la mujer, sus ojos eran terroríficos, pero de alguna manera a el le parecían geniales, “¿Por qué tus ojos son asi?”, pregunto el pequeño Tonnosuke a lo que la mujer respondió con una bella e iluminante sonrisa y lo cargo en brazos.

-Estos ojos…están hechos para proteger a mis seres más queridos –respondió la mujer.

-Bájame un momento –dijo Tonnosuke.

Haciendo caso a las palabras del pequeño Tonnosuke, la bella mujer bajo al niño al suelo. Tonnosuke se acerco al cadáver de su madre y tomo uno de sus brazos, comenzó a removerle toda la carne que traía encima dejando al descubierto el hueso. Tomó el hueso y comenzó a incrustárselo en el pecho de su madre, seguía clavándolo y clavándolo hasta que se detuvo después de unos minutos, metió sus manos en el pecho del cadáver y sacó su corazón, tomándolo entre sus manos con gran anhelo, como si tratara de un gran tesoro…se devolvió a donde la mujer y ella lo volvió a cargar en brazos.

-Ahora si…vamos.

-¿Y a donde iremos?

-Iremos a que te pongan ese corazón.

-¿Podré matar gente?

-Claro, pero con moderación, asi no nos atraparan.

En un trono muy familiar, Lucy se encontraba aburrida, estaba mal acomodada en su gran trono con la cabeza apoyada a un brazo. Vio cuando alguien entraba al salón hasta que vio la figura.

-Bienvenida de nuevo…Toyo-chan –dijo Lucy al ver la visita.

-Lucy-sama –Toyosaki se postro – Le traigo buenas noticias.

-¿Noticias? Te escucho.

-He localizado al tercer heredero, incluso lo traigo conmigo.

-¿El tercer heredero? ¿En serio?

-Tonnosuke…pasa –dijo Toyosaki mientras observaba la puerta.

El pequeño Tonnosuke paso con gran timidez, veía a Lucy atemorizado y el salón lo intimidaba. Se coloco tras las piernas de Toyosaki con mucho miedo.

-Tranquilo, ¿quieres más galletas? –le tranquilizo Toyosaki.

-Si.

-¿Acaso me estas tomando por tonta? Es un simple niño de siete años –replicó Lucy.

-Sin embargo ha asesinado mas personas que un asesino serial –dijo Toyosaki con una gran sonrisa.

-¿En serio?

-Inclusive…trae el corazón de su difunta madre consigo –dijo Toyosaki presumiendo del chico –Pero, le falta entrenamiento obviamente.

-Comienzo a ver lo que sucede…me pedirás permiso para que tu lo entrenes ¿no es asi?

-Exacto, si usted me lo permite…yo le daré un estricto y buen entrenamiento –dijo Toyosaki postrada.

-Esta bien, pero espero que de buenos frutos.

-Vamonos Tonnosuke.

Salieron de la sala y comenzaron su viaje, tanto Toyosaki como Tonnosuke comenzaron a tenerse aprecio entre si, entre mas tiempo convivían mas fuerte se hacia su lazo. Pasaban los días…las semanas…los meses…y el entrenamiento de Tonnosuke era fuerte pero Toyosaki lo trataba gentilmente, después de todo sentía lastima por el chico.

Hasta que sucedió aquel incidente que llego a separarlos…

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