martes, 1 de noviembre de 2011

Capitulo 73 Eres oficialmente, mi enemiga.

Capitulo 73 Eres oficialmente, mi enemiga.

La figura que Zherk divisaba a lo lejos era pequeña por lo que sabia que en efecto era Miory sin duda alguna. No se movía y la pared de polvo comenzaba a desvanecerse más y más a cada momento.

-No cabe duda…de que esta arma nueva me queda como anillo al dedo.

Zherk, al escuchar estas palabras, cambió su semblante por una seria y con preocupación de lo que sucedía hasta que se escuchó un estallido. El estallido provino de Miory, quien libero toda su espíritu en un disparo único…dicho disparo fue velozmente directo contra el pecho de Zherk, un éxito, el disparo no falló.

-¡¡Ggggaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh!! –gritaba Zherk mientras aguantaba con su escudo “capas de cebolla”.

El disparo seguía firme, no cesaba, al igual que Zherk, no se rendía y se negaba a retroceder terreno. Después de varios segundos de lucha, la capa de defensa de Zherk se quebró golpeando seriamente a Zherk en el pecho.

El estallido y el disparo desaparecieron, mientras que Zherk caía de rodillas ante su derrota. Miory se notaba sumamente agotada y se sentía falta de energías…después de todo empleó todo su espíritu en ese único disparo, ahora se sentía tan débil y sin fuerzas…sus ojos comenzaban a pesarle y supo que ya no podía mas, hasta ahí había llegado su limite.

-Gane…ha, eso es…lo que importa…

Por otra parte, Yui y Yukiro seguían corriendo mientras sus armas chocaban entre si, ambas no retrocedían ni un poco, sin embargo, se encontraban un poco agotadas, por lo que las dos decidieron detenerse y descansar un poco.

-Debo admitir…que eres hábil –dijo Yukiro jadeante.

-Lo mismo digo –respondió Yui con un poco de orgullo.

-¿Bromeas? Obviamente que soy hábil, he vivido todas las generaciones de espadachines que han existido.

-¿Qué?

-Soy una demonio…por lo que mi vida es muy larga a la comparación de los humanos…desde que tengo 18 años, he vivido entrenamientos para ser espadachina, desde los antiguos guerreros vikingos, los samurai, los caballeros medievales…todas las generaciones, todos los tipos de batalla diferentes, todos esos los he dominado...sin ningún faltante –explicaba Yukiro, orgullosa de semejante currículum.

-Eso explicaría…esa colección de espadas que tienes en tu espalda, y con esos pechos tan grandes, ¿no te duele la espalda?

-¡No son tan grandes! –Exclamó Yukiro un poco sonrojada –No tengo dolor de espalda…estoy acostumbrada a cargar con ellas.

-¿Tus pechos? –dijo Yui burlona.

-¡¡No!! ¡¡Mis espadas!!

-Y también tus pechos…

-¡Ya cállate! En todo caso…el descanso ha terminado.

-Creo que tienes razón.

Yukiro tomó la espada en sus manos y la cambió por otra al estilo francés, del siglo 17. Era muy fina y elegante, también delgada…parecía mas un arma de esgrima, pero se podía notar que estaba bien filosa, “No la subestimes, puede cortar el tronco de un árbol de un solo golpe”, decía Yukiro aclarándole a Yui, para intimidarla un poco.

Yui no tenia otra opción que luchar con su katana…pero sabia que esta katana era especial, por lo que tenia mucha confianza en ella misma. Dieron varios pasos hacia el lado…sin perder la mirada y la pose de batalla…y un rápido arrebato dio comienzo al combate.

Las armas sonaban fuerte, Yukiro y Yui empezaron a atacarse mutuamente, sus espadas chocaban muy rápidamente…tanto que llego el punto que provocaban muchas ondas de sonido, que empezaban a revolotear todo lo que tenían a su alrededor, tanto los árboles como los arbustos…y algunas rocas pequeñas y frágiles se veían rotas a causa del sonido. Las espadas no paraban de chocar rápido, Yukiro veía fijamente a Yui y sentía como el talento fluía por sus venas…”Esta niña, con tan poca edad, y es capaz de igualarme en el esgrima rápido”. El choque de espadas se vio terminada por el retroceso de Yukiro, por lo que Yui continuó poniendo presión sobre su contrincante, pero al intentar hacerla retroceder aun mas, Yukiro le dio una patada en el estomago para alejarla.

-Bien…veo que eres más hábil de lo que pensé, ¡felicitaciones! ¡Desde ahora eres declarada oficialmente, mi contrincante y enemiga! –dijo Yukiro mientras Yui tomaba el aire para incorporarse de nuevo.

-¿Debería agradecer eso? ¡Vaya que eres rara!

-Te diré algo niña…como espadachina tengo honor y modales, que tu no los tengas no es mi culpa.

-¿Qué pretendes decir? –preguntaba Yui con sospechas.

-Te propongo un trato, ya que tu orgullo esta bien alto, que te parece si subo mi nivel conforme va pasando el tiempo…

-¿Huh? No entiendo…

-Veras, entre mas antigua sea mi técnica…mas fuerte y hábil soy, conforme pase el tiempo yo iré subiendo de nivel y cambiando de arma… ¿te parece?

-Pues… ¿Por qué no?

-Genial…

Yukiro guardó su arma actual y la cambio por una mas gruesa, parecía mas bien un hacha…Yui observaba a la tan rara arma que su enemiga empuñaba…parecía ser que iba en serio, por lo que no tena que flaquear en ningún momento. Cuando Yukiro paso al ataque, Yui pudo percibir algo en ese ataque…su velocidad ya no era la misma, era mas lenta ahora pero su fuerza había aumentado considerablemente, al igual que sus puntos de ataque, ahora intentaba golpear en otros lados con lo que se le dificultaba el poder defenderse, y al lograr defenderse, la postura de su brazo hacia que la defensa no fuera tan fuerte…por lo que un ataque con todas sus fuerzas podría acabar con ella.

-Vamos, que esto apenas empieza –decía Yukiro sin ceder ni un golpe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario